CÓMO CULTIVAR TU PRÁCTICA DE YOGA

¡Hola Yoguis!

Como ya muchos saben en esta nueva etapa del Centro ANANDA YOGA estoy compartiendo la enseñanza de dos tipos de práctica:

ASHTANGA YOGA

y

YOGA VINYASA FLOW

De acuerdo a nuestro temperamento, a las necesidades de nuestro cuerpo en esta etapa o a modo de escogencia personal podremos basar nuestra práctica de asanas en el Vinyasa Flow o en el Ashtanga -o por supuesto practicar ambas si así lo sentimos-, pero ciertamente cualquier práctica de asanas necesita de una proporción equitativa de "Abhyasa" y "Vairagya" para empezar a producir cambios profundos en la mente, en los hábitos, en la conducta... estos son esencialmente dos preceptos sobre los cuales se asienta el Sendero del Yoga.

En el primer capítulo de los Yoga Sutras -textos antiguos fundacionales del Yoga- de Patanjali se mencionan  y explican Abhyasa y Vairagya. Estos dos principios son aplicables y positivos no sólo en la práctica de asanas sino también en cualquier situación que se nos presente fuera de la esterilla. Son preceptos básicos para elevar conciencia y detener las fluctuaciones de la mente hacia el reencuentro con el verdadero Ser.

Hace casi dos años escribí un artículo en el blog sobre el significado de estos dos conceptos, pero en este momento algo dentro de me pedía aclarar su importancia y su aplicación en la práctica de Yoga y en la vida diaria.

¿Qué es Abhyasa?

Abhyasa significa la PRÁCTICA CONSTANTE..desde LA DEDICACIÓN, LA VOLUNTAD y EL CONTENTO. Abhyasa es el ESFUERZO continuo que lleva a la estabilidad de la mente. Es una acción realizada por largo tiempo, de forma continua, con disposición y entusiasmo. Sí...con entusiamo!!!

¿Cómo podemos cultivar Abhyasa en nuestra práctica de Yoga?

Ciertamente la práctica constante y con determinación necesita de ese convencimiento interior, de ese "fuego" interno que nos invoca a seguir adelante cuando vamos en buena dirección.

Allí viene el ENTUSIASMO, palabra que viene del griego "enthousiasmos" y significa INSPIRACIÓN DIVINA, ÉXTASIS. Es esa "INSPIRACIÓN" genuina que sentimos cuando hacemos algo desde nuestro fuero interno, la que despierta la voluntad para mantener la práctica de forma continuada y al mismo tiempo, nos estimula al contento y al buen ánimo.

Otra condición importante para cultivar Abhyasa es soltar expectativas sobre los resultados que queremos alcanzar con esa práctica -allí viene el otro precepto esencial: Vairagya- . 

Si cada vez que hacemos nuestra práctica de Yoga estamos esperando lograr esa ansiada asana o esa parada de cabeza que nos gustaría dominar, y esto no llega a ocurrir ... seguramente después de algún tiempo sentiremos una sensación de frustración y desánimo que nos hará desistir y abandonar la práctica.

De allí la importancia de respetar nuestros ritmos y de desligarnos de la búsqueda de determinados resultados... en la práctica de Yoga se requiere soltar y dejar ir la necesidad de controlar, soltar las escalas de valor y los (auto)juicios...si eso ocurrre... TODO VENDRÁ.

"Practica y todo vendrá a ti". 

Pattabhi Jois 

¿Qué es Vairagya?

Es el DESAPEGO a todo aquello que es transitorio... a los miedos, a los dictados del ego, a las aversiones, a los deseos, a las falsas identidades y condicionamientos de la mente. Ello no quiere decir que no podamos poseer nada o que olvidemos del todo nuestras creencias o formas de ser... es más bien que estas pueden estar allí pero sabemos a conciencia que son transitorias y que las mismas no definen quien realmente somos, que pueden estar allí pero que no tienen el poder de afectar nuestro SER real.

Nuestra naturaleza verdadera nada tiene que ver con nuestras posesiones, nuestros temores, nuestro ego, nuestros logros o fracasos...está más allá de toda esta ilusión. Cuando cultivamos Vairagya empezamos a liberarnos de esta falsa realidad porque sabemos que son sólo "espejismos", y esa convicción desde la cual la mente se desapega de lo externo surge de nuestro fuero interno, no desde el razonamiento o el intelecto.

Sea que poseamos una gran fortuna o que vivamos de forma más austera, podemos en ambas condiciones practicar Vairagya. No se trata de vivir en una cueva como un hermitaño, porque aún en estas condiciones podemos permanecer con la mente inquieta y fluctuante. Aquel que está establecido mentalmente en estado de Vairagya sólo se deleita con su propio Ser, no con objetos externos, no se apega a lo placentero ni rechaza lo desagradable.

¿Cómo podemos cultivar Vairagya en nuestra práctica de Yoga?

Vairagya supone ir soltando progresivamente la necesidad de ejercer nuestro propio "control" sobre la práctica. ¿Qué quiero decir con esto?... cuando nos encontramos en medio de nuestras secuencias de asanas haciendo nuestra respiración Ujjayi en muchas ocasiones estamos pensando... 

"qué mal alineado está mi cuerpo hoy", o  "esta postura no creo que la domine nunca" o  "no puedo hacerlo"  o  "mi cuerpo no es flexible" o  "quiero lograr esta postura hoy, sí o sí"... o "luego tengo que ir a recoger a los niños"...

Estas maneras de intervenir desde el ego en nuestra práctica interviene negativamente en nuestro camino y nos impide cultivar lo esencial de la práctica: EL ESTAR PRESENTE, ESCUCHAR EL CUERPO, OBSERVANDO CON ECUANIMIDAD SIN VALORACIÓN NI EXPECTATIVA.

Se trata de hacer nuestra práctica con honestidad, desde el corazón y soltar todo lo demás. Es ir desarrollando la actitud de ENTREGA para que todo aquello que ocurra en la práctica sea bienvenido...sea contemplado..sea respirado....sin apego y sin aversión. Allí estaremos cultivando Vairagya, desde una mente ecuánime y una conciencia que nos lleva al desapego.

Ambas, Abhyasa y Vairagya van de la mano en el sendero del Yoga, son herramientas y no son un fin en sí mismo. Al encarnar Abhyasa mantenemos una práctica sostenida desde la voluntad y el entusiasmo dentro de la esterilla que nos llevará a desarrollar esa dedicación y buen ánimo en nuestro accionar fuera de la esterilla, en nuestra vida diaria.

Igualmente al unir Vairagya a esa práctica constante (Abhyasa), desarrollamos una actitud de desapego, discernimiento y entrega en la esterilla que se verá reflejada progresivamente en el día a día elevando nuestra conciencia y retornando al verdadero estado del Ser.

¡¡¡VIVE EL YOGA!!!

NAMASTE